MUSEO VIVO - MUCSET

MUSEO VIVO, Nuestra plataforma ESTA DEDICADA PARA HABLAR DE CULTURA, HISTORIA Y ALGO MAS!...LA VIDA MISMA!
MUCSET, cuenta con el reconocimiento del INAH-MORELOS como sociedad coadyuvante en la protección, conservación, restauración y difusión del patrimonio cultural, EL COMITE, le dan la más cordial bienvenida, mostrando así la historia del pasado de Tetelpan y de lo que hoy conforma el Municipio de Zacatepec, Morelos., Museo entregado a las autoridades: Ayudante Mpal. Sr. Alvaro Noguerón y al Departamento Jurídico de INAH Morelos. Atte: ADMON 2013.
A partir de Septiembre de 2013 DIFUNDIMOS LA CULTURA COLECTIVA! a través de Museo Vivo (VIRTUAL) TWITER: MUSEO VIVO TETELPA @MUSEOMOR

lunes, 28 de septiembre de 2015

La Flor de Yiahutli o Pericón, Emblemas de Yautepec, Tradiciones de Morelos



Yautepec, según algunos, significa “En el cerro del yiahutli (pericón)”, siendo el Yiahutli la “flor de bellísimos colores y apariencia muy agradable, que poco a poco va desapareciendo del recuerdo y la memoria de los habitantes de México”. Sin embargo, aquí haremos algunos breves apuntes de esa flor.

En opinión de la desaparecida doctora Carmen Cook de Leonard, los nombres de la Flor del Yiahutli (Pericón) parecen un tanto confusos, aún el botánico. Por un lado hay catorce plantas que llevan el nombre de Yiahutli, y por otro, hay otros tantos nombres que lleva esta flor en regiones diversas.

En cuanto al nombre botánico, Máximo Martínez (1944) le llama Tagetes Florida Sw., en tanto Pablo Rero le dice Tagetes Lúcida; es de la familia de las compuestas. Solamente vamos a ennumerar algunos de sus nombres populares: periquillo, anisillo, Flor de Santa María, Flor de Tierra Dentro, Yaucle, Tzitziqui en Michoacán; Guie Laga Zaa, en zapoteco.

Su glifo se encuentra en el Códice Magliabechi, junto al dios Yauhtécatl, que a su vez es tutelar de Yautepec, Morelos. También aparece en el Códice Mendocino como glifo de Yauhtepec, con alguna variante, como tributario del imperio azteca o mexica.


Los cronistas del siglo XVI han descrito las ceremonias en las que destacaba la fiesta del día 28 de septiembre, durante la cual se elegía a una jovencita virgen de doce años, quien representaba a la diosa Xilonen, la diosa del elote tierno, a quien se honraba y daba gracias por la promesa del maíz que servía de mantenimiento durante todo el año.

Por coincidir con la época de lluvias, el pericón se relacionó con el calendario agrícola, a lo que nuestros ancestros daban especial importancia y trato sagrado1.

Fray Bernardino de Sahagún relata que “después de haber hecho muchas ceremonias con ellos (los cautivos), empolvorizábanles las caras con unos polvos que llaman Yiauhtli, para que perdieran el sentido y no sintieran la muerte ... así íbanlos arrojando sobre el montón de brazas” 2.


El mismo autor describe a la flor del pericón:
“Yiauhtli; es muy verde, tiene muchas ramas y crecen todas hacia arriba y siempre huele; es medicinal para los que tienen cámaras (diarrea), molida y bebida en el cacao, y después, moler para los que escupen sangre, ya para los que tienen calenturas.”

De sus cualidades curativas, nos dice el botánico Francisco Hernández (quien elaboró una enciclopedia de 24 toms con ilustraciones de plantas, animales y minerales), que: “provoca el aborto, corrige el mal aliento; alivia la demencia; cura el estómago afectado por destemplanza fría; estriñe el vientre demasiado suelto; cura los dolores del vientre; calienta el estómago y cura el empacho; las hojas aplicadas a las encías, templan su calor excesivo; atrae los fetos muertos; quita las flatulencias quita el dolor de cabeza; aumenta la leche de las parturientas; estimula el apetito sexual; estimula las reglas; el vapor de su cocimiento alivia el flujo excesivo de la nariz; molida y espolvoreada sana los oídos enfermos; resuelve las nubes de los ojos; provoca la orina; arroja las piedrecillas y arenas de los riñones y de la vejiga, así como la pituita más crasa acumulada en ellos; arroja todos los cuerpos extraños que haya en las vías urinarias, riñones y vejiga; cría pus y contiene el flujo de sangre; alivia la tos; machacado y aplicado, resuelve los tumores; sana las úlceras; aprovecha el útero; repara las venas rotas, mezclado con grasa de víbora; combate a los venenos; resuelve las ventosidades; aplicado con miel al estómago, contiene el vómito”.3

También los científicos se están ocupando de las cualidades del pericón y según el doctor Max Bentley, contiene vitamina B; estabiliza el suero de la sangre; y se usa para aumentar el color de la yema del huevo, al dárselo a comer a las gallinas.

Se sabe que en el Estado de Guanajuato, el pericón es utilizado para fabricar insecticida: “Para hacer insecticida con pericón o Santa María, se ponen dos litros de agua a hervir, con una buena ración de pericón
 
Se le ponen dos litros de aceite, y después de hervir quince minutos, se deja reposar y se recoge el aceite. Se le pone ácido sulfúrico a un tambor de 200 litros de petróleo y se deja doce horas. Se agita, y después se le agrega cal. Se deja reposar y se filtra, dejando el producto listo para su distribución.”

En tanto, Máximo Martínez describe al pericón de la siguiente manera: “Planta que alcanza de 20 a 70 centímetros de altura, con tallo erguido, simple, herbácea, con estriaciones longitudinales numerosas; de menos de un centímetro de espesor. 

Las hojas son simples, opuestas, oblongas, lanceoladas, dentadas y un poco envainantes, de borde aserrado, sobre todo en la mitad superior, glandulosas y lampiñas, angostas y de vértice agudo. La nevadura central es prominente. Las inflorescencias en corimbos terminales y auxiliares. Los pedúnculos pequeños sostienen tres flores; estas son pequeñas, en capítulo, de color amarillo o amarillo rojizo, variando el color con el cultivo. El involucro es de una sola pieza, tubuloso, dentado y glanduloso como las hojas. Las flores liguladas, generalmente 3 o 4, son amarillas; las flores interiores son 5 o 6. El fruto es un aquenio que lleva tres pajas y dos cerdas ásperas y superando a las primeras. Florece en los meses de junio a octubre.”

La flor de pericón y el calendario agrícola se relacionan íntimamente con el mantenimiento del hombre. La flor es el reloj de la naturaleza que asoma con la aparición de las lluvias, el tiempo de sembrar y acompaña las primicias del maíz al dar el elote tierno: es la promesa del maíz recio que servirá de mantenimiento todo el año venidero.4

1 Carmen Coock de Leonard, El pericón y los calendarios de Sahagún.
2 Fray Bernardino de Sahagún, Fiesta Xocotl Huetzi, Libro 11, Vol. I, p 98, Ed. 1938 
3 El Tesoro Mexicano, los Escritos del Dr. Francisco Hérnandez, Editado por Simón Varey, traducido por Rafael Chabtan, Cynthia L. Chamberlain, y Simon Varey, Universiadad de Stanford, 2000.
4 La flor del pericón, Luz Evelia Arteaga García (Miembro del Colegio de Cronistas del Edo. de Morelos, A. C.), folleto de divulgación cultural, 2005, Yautepec, Mor.
* Cronista de Yautepec, Morelos.

COLABORACION: CESAR E. ORTIZ TRIANA*